Historias

El maravilloso sendero de la música

La infancia es un momento tan bello de la vida, y cómo quisiéramos que todos los niños del mundo estuvieran protegidos del dolor, el hambre, y el desamor; por eso la Fundación busca ser ese remanso de paz y alegría que los protege y hace felices. De ahí que hayamos encontrado en la música el camino para orientar sus vidas; la formación musical los ayuda a estimular su creatividad e imaginación, los ayuda en la atención y la concentración. Ver que nuestros niños aprenden el lenguaje musical desde los cinco años y al poco tiempo los acordes de los violines, violas, chelos, bajos y flautas son ejecutados por ellos, nos reconforta y llena el alma. El estímulo de las notas musicales va moldeando sus almas, un niño con formación musical ha estimulado su mente, ha aprendido disciplina y ha abierto un sendero en su vida.

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